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DE CREER A CREAR… PROSPERIDAD

¿Qué es para ti la prosperidad?... Con esta pregunta suelo empezar los talleres y seminarios que imparto y nunca deja de sorprenderme la variedad de respuestas de los asistentes. Y es que cada uno de nosotros tenemos un criterio diferente y unas prioridades que son únicas en contenido y en cantidad.

En los últimos años han aflorado libros y DVD donde se desvelan secretos y leyes para atraer a nuestra vida lo que deseamos. En ellos se hace especial hincapié en que nuestros pensamientos son el principal agente de atracción. Así, generando pensamientos acordes con lo que queremos conseguir, deberíamos obtener lo que nos propongamos.

Sin embargo pocos son los que llegan a alcanzar la prosperidad que desean por estos medios. ¿Durante cuanto tiempo tenemos que centrar nuestros pensamientos en lo que queremos para conseguirlo?  ¿Durante cuanto tiempo somos capaces de ejercer el control sobre nuestros pensamientos?

En mi experiencia, me encuentro a menudo con que intentamos por un corto tiempo controlar nuestros pensamientos, pero pronto  vuelven a lo conocido y poco o nada ha cambiado en nuestras vidas. Y es que hay algo que sustenta y alimenta nuestra mente y que es el motor inconsciente de nuestros pensamientos, las creencias.

Si bien los pensamientos son importantes en el proceso de creación consciente, en realidad son como el ruido de fondo. Pretender dominarlos es cuanto menos un esfuerzo titánico. Si en lugar de prestar atención a ese ruido de fondo, nos esforzarnos en descubrir cual es el motor que lo genera, los resultados serán mejores y mucho más rápidos.

Las creencias son la base, ese motor que alimenta y produce nuestros pensamientos. Además son el generador de comportamientos y conductas más allá de nuestra consciencia. ¿Y cual es la diferencia entre pensamientos y creencias?

Los pensamientos en sí, no son más que pura actividad mental y por tanto van y vienen, se ven afectados por las circunstancias, a veces incluso son contradictorios, unas veces agradables, otras no tanto… la lista de adjetivos puede ser muy extensa. Sin embargo las creencias son estables, muchas nos acompañan toda la vida, algunas son adquiridas y otras fruto de conclusiones y  experiencias vividas.

Las creencias  llevan una carga emocional asociada de fe, de certidumbre, son lo que se espera en cada situación y con ellas miramos al mundo y nos explicamos lo que nos sucede. Una misma situación puede ser vivida de forma totalmente diferente en función de las creencias que se tengan y además se retroalimentan como podemos ver en estos  ejemplos:

Si alguien piensa que tiene mala suerte, cuando se le pincha una rueda del coche justo cuando iba a salir de viaje, se dice: “¿Ves? Es que soy gafe. Ya lo sabia, siempre tengo mala suerte”.  Antes de éste acontecimiento ya creía que atrae la mala suerte, que es gafe, es probable además que se lo hallan dicho antes, pero además ahora tiene una prueba más de que lo que cree es cierto.
Sin embargo, si esto mismo le ocurre a alguien que considera que tiene buena suerte, se dice: “Si me hubiese pasado circulando podría haber tenido un accidente, pero gracias a mi buena suerte me ha pasado antes de salir y lo he podido evitar”. También tiene una prueba más para reafirmar su creencia.

Acabamos de ver que ante un mismo acontecimiento hacemos una valoración subjetiva en función de lo que creemos. Nuestras creencias son la perspectiva con la que interpretamos los acontecimientos y ésta interpretación distorsionada las reafirma, quedamos atrapados en un círculo vicioso.

Intentar cambiar los pensamientos sin cambiar las creencias que los generan, es solo un trabajo agotador que no lleva a ninguna parte si no va acompañado de un trabajo más profundo, ya que no serán cambios duraderos y tarde o temprano bajaremos la guardia, pondremos el piloto automático y daremos al traste el trabajo que hallamos echo para pensar en positivo y para mantener nuestros pensamientos centrados en lo que deseamos atraer.

Para crear prosperidad el primer paso nos llevará a tomar conciencia de cuales son nuestras creencias y esto, para empezar se consigue observando lo que nos ocurre y como lo valoramos, como nos explicamos los acontecimientos. 

¿En que situación nos encontramos? ¿En que medida conseguimos la prosperidad que deseamos en nuestra vida? ¿Que creencias sustentan nuestras carencias  en este momento? Puede que en lo más profundo de nuestro inconsciente se aloje algo así como: “el dinero corrompe a la gente”, “nosotros somos pobres pero honrados”, “una casa grande ocasiona mucho trabajo”, “para conseguir algo en esta vida hay que trabajar duro”… y luego no sabemos porqué nunca tenemos suficiente dinero, porqué nos cuesta tanto esfuerzo conseguir las cosas o porqué nuestra casa es más pequeña de lo que nos gustaría.

Imaginemos nuestras creencias como un filtro, unas gafas oscuras que limitan nuestra visión y mientras no sepamos que las llevamos puestas podemos creer erróneamente que realmente el cielo está nublado aunque esté soleado. Así es como las creencias determinan nuestras experiencias.
Las situaciones, lo que nos ocurre en nuestra vida vienen a darnos la oportunidad de revisarlas. Es como si llevásemos esas gafas imaginarias y los acontecimientos fuesen espejos que nos reflejan ya que hemos olvidado que llevamos nuestras gafas puestas. Si no hay algo externo que nos lo facilite, el cielo seguirá siendo siempre gris para nosotros porqué siempre lo miraremos a través de nuestros cristales oscuros.

¿Y que hacemos cuando nos damos cuenta de que nuestras creencias nos limitan? ¿Se pueden cambiar las creencias? Por supuesto que se pueden cambiar, de hecho no deberíamos dar tantas cosas por sentado y hacer revisiones periódicas de lo que creemos, sobretodo cuando no obtenemos en nuestra vida las experiencias que deseamos.

Muchas de nuestras creencias son adquiridas, no son propias inicialmente. Con el tiempo están tan arraigadas que olvidamos que existen y como las hemos incorporado a nuestras vidas.

La PNL es uno de esos espejos que nos permite descubrir que creencias limitadoras se interponen en nuestro camino hacia la prosperidad y también nos ofrece herramientas eficaces para cambiarlas y crear un nuevo marco que amplíe nuestro mapa de creencias y percepciones.
Piense que si sigue creyendo lo mismo que siempre, actuará como siempre y conseguirá los mismos resultados que hasta ahora ha conseguido.

Recuerde:
CAMBIAR LO QUE SE CREE ES EL PRIMER PASO PARA
CREAR LO QUE SE QUIERE

Charo Povedano

Homeopatía, Naturopatía, Esencias Florales, Bioenergía y Masaje Bioenergético, Reiki Usui y Tibetano III, Chikung, Psicología de los Eneatipos, Psicoterapia Gestalt  y movimiento, Psicoterapia Omnírica, Tarot Psicológico, Masaje emocional, Constelaciones Familiares y Sistémicas...

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