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PENSAMIENTO POSITIVO

Son muchas las escuelas de pensamiento positivo que vienen indicándonos un nuevo camino a transitar. La evolución demanda responsabilidad en este proceso, alegría y entusiasmo. El concepto de inteligencia está mutando en este cambio de paradigma que integra distintos trabajos que han venido realizándose a través de técnicas que apuntan hacia lo que Aurobindo y Madre llamaban la superconsciencia del hombre de la nueva era.

Hasta ahora la inteligencia del ser humano se ha limitado a definir sus capacidades cognitivas estratégicas, con un alto componente  de manipulación del entorno, enfocado casi siempre en la supervivencia ya de la tribu, ya del colectivo, ya de la especie. Estamos comenzando a descubrir una vasta red inteligente en sí misma, a la que llamamos Consciencia, y cuya decodificación es posible gracias al descubrimiento del pegamento del Universo: el Amor.Hace unos meses, una maestra del cambio, Lita Donoso, nos explicaba a un grupo de trabajo la etimología de la palabra Amor: A - Mor, sin muerte, y su explicación me llevó a comprender en toda su intensidadla información que intentaba transmitir a aquellos que acudían a mi consulta: el Amor no es un sentimiento, es un estado de consciencia que nada tiene que ver que con las emociones.

Estamos pasando a vibrar desde el cuarto chacra, y naturalmente para ello vamos resolviendo el dominio del tercer chacra que, junto con la mente analítica, ha gobernado la creación del planeta Tierra desde hace al menos noventa mil años, en base a sentimientos, emociones, sensibilidad. Y pensamientos. Se trata en todos los casos de despertar del juego como observadores del mismo. ¿Qué sentimos? ¿Qué pensamos? ¿Cuántos sentimientos y pensamientos procesamos cada día?

Toda patología se desarrolla a partir del banal intento de la mente de interpretar nuestros sentimientos, sin percatarnos y admitir nuestra humanidad como un todo. No es posible despertar a la nueva consciencia emergente hasta que detectamos en nosotros mismos que somos portadores de una información colectiva, arquetípica y casi siempre condicionada por el entorno. Admitir sin juzgar todos y cada uno de nuestros sentimientos es el primer paso para salir de un largo y oscuro túnel y vislumbrar la luz que nos espera afuera. Es como sobrevolar un cielo cubierto de nubes.

Es por medio del pensamiento positivo, dando órdenes repetitivas conscientes, que comenzamos a crear nuevas realidades en nuestras vidas, reordenando nuestros circuitos neuronales y conectándolos con todos aquellos que emiten la misma frecuencia, potenciando los campos morfogenéticos en beneficio de la humanidad. La energía sigue al pensamiento,  decía Alice Bayle, y ahora la física  cuántica nos muestra la guía que representa elevar la frecuencia de los sentimientos para conformar un nuevo mundo, una nueva realidad.

Se trata de una mutación, más allá de un cambio, que comienza por ser dueños de nuestra mente y de nuestras emociones, para dar el salto hacia el camino del corazón. He podido constatar en infinidad de ocasiones cómo mis pensamientos y mis emociones afectaban inmediatamente a los seres que se hallan en mi entorno tribal, mi familia, mis amigos, incluso mis pequeños amigos los perros. Bastaba un solo pensamiento mío de preocupación para observar que ellos se mostraban tristes, y que su frecuencia bajaba inmediatamente siendo visible hasta en su aspecto físico. De la misma manera, un pensamiento amoroso parecía devolverles la confianza, la ilusión y la belleza a sus cuerpos. Recuerdo cuando hace un año y medio, Deva, una schnauzer que me acompaña en el camino con su fidelidad y su amor incondicional, se intoxicó gravemente presentando fuertes diarreas y vómitos de sangre. Tras uno días de visitas al veterinario, sin que pudiéramos aliviar su sintomatología, la tomé en mis brazos en el sofá y transmití pensamientos positivos a su frágil cuerpo, visualizándonos corriendo por alguna playa dorada en un día soleado y bañándonos plenas de alegría. No habían pasado más de dos horas cuando ella reaccionó cesando sus vómitos y diarreas.

Todo esto nos lleva a tomar ya la responsabilidad de co-crear en un proceso de unidad con la Fuente, que está esperando por nuestra alegría y determinación para participar en un nuevo mundo solidario, responsable y amoroso, en el que nuestros pensamientos crean al instante las realidades soñadas. Apostemos por la belleza dando la oportunidad a nuestros cuerpos de experimentar la salud y la armonía acostumbrando a nuestras mentes a seleccionar pensamientos positivos que nos hagan sentir bienestar.

 

Eloisa Campo de la Fuente

Abogada, Mediadora y Consultora de Familia