Siguiendo las estadísticas oficiales y los pronósticos previos de la OMS, lo que amenazaba con ser una pandemia en el hemisferio sur termino siendo una infodemia, situación tal vez más complicada porque refleja lo fácil que es manipularnos. Vamos a los números puros y duros:

• En Australia se esperaban 6000 muertos, terminando el invierno se contabilizaron tan sólo 161.
  
• En Nueva Zelanda, que normalmente la gripe estacional causa unas 400 defunciones, tan sólo hubo 17.
  

El análisis de las cifras, que se repite una y otra vez, nos permite deducir dos cosas:

1. La gripe A es mucho más benigna que la gripe estacional.
   
2. Puesto que la gripe estacional casi ha desaparecido, carece de sentido vacunar a la gente contra la misma.

Por supuesto que debemos ocuparnos del asunto, pero toda esta alarma creada por los medios de desinformación y las autoridades sanitarias corruptas o ineficinetes está de más. Hay algunas medidas que podemos tomar y que nos ayudarán a protegernos naturalmente para prevenir la gripe A y para recuperarnos mejor si la llegamos a padecer:

• Tómeselo con calma; el estrés debilita la inmunidad. No hay motivo alguno para hacerse eco de tanta histeria creada por la manipulación de las farmacéuticas.

• Ventile su casa y evite la humedad en paredes, rincones y placares.

• Recurra a las hierbas medicinales; algunas como el eucalipto, la pulmonaria o el ambay pueden ayudar. Si ROCHE no lo acaparó todo para fabricar el TAMIFLU o aún no logró que en su país prohibieran la venta libre del mismo, el ANIS ESTRELLADO le vendrá muy bien.

El propóleo es excelente, aproveche este regalo que nos hacen las abejitas y disfrute del invierno.

La equinácea es una de las plantas más investigadas y probadamente efectivas; puede consumirla en gotas, comprimidos o tisana; al igual que todos los recursos enumerados en este artículo, puede utilizarla preventivamente.