Un café con el Dr. John Demartini
Bea: Estimado John, es un placer tenerte en nuestra Revista...gracias por tu tiempo.... Como la sección se llama "Un café con John Demartini", siempre preguntamos: ¿Que quieres tomar un café o un té?
Dr. Demartini: Pues la verdad es que prefiero agua, gracias.
Bea: Aprovecho también para dar las gracias a Oscar Durán-Yates, sin cuya colaboración hubiese sido muy difícil este encuentro. John, este número de la revista Uakix está dedicado a dar un mensaje para sanear muchas relaciones de pareja, ya que estamos en fechas del día de los enamorados
Dr. Demartini: Creo que es un tema estupendo, y precisamente me han hecho varias entrevistas sobre él en las dos últimas semanas
Bea: Pues ahí va la primera pregunta: ¿Qué es para tí enamorarse?
Dr. Demartini: Empiezas con una buena pregunta Bea. Verás, desde un punto de vista científico enamorarse es una reacción química en el cerebro en el que participan dos importantes hormonas: la dopamina y la oxitocina. Esta reacción genera una sensación de atracción y así cuando ambas hormonas se incrementan en nuestro flujo sanguíneo percibimos algo parecido al amor; de hecho si inyectáramos a alguien estas hormonas comenzaría a sentir amor por prácticamente cualquier cosa que le rodeara. Es como una poción mágica…
Cuando las personas perciben que alguien o algo refuerza sus valores más profundos, aquello a lo que realmente dan importancia, es cuando de forma natural se incrementan los niveles de estas hormonas, y así se genera un sentimiento de atracción, similar al amor, hacia aquel que refuerza sus valores.
Enamorarse, pues, es una respuesta bioquímica a dicha percepción de refuerzo, lo contrario a lo que ocurre cuando lo que percibimos es un desafío. Por tanto cada vez que tenemos la sensación de recibir mucho más refuerzo que rechazo, placer que dolor… en definitiva muchos más beneficios que pérdidas; estas reacciones bioquímicas se activan en nuestro cerebro, y tenemos la impresión de que queremos a la persona, -pero a lo que queremos realmente es a nuestros valores-. Este sentimiento es una atracción mucho menos profunda que el amor, pero lo confundimos. De hecho la mayoría de la gente confunde esta atracción con el amor.
Hay que tener en cuenta que para los seres humanos defender los valores es una tendencia natural, así que cualquier cosa que los refuerce nos atrae… y nos abrimos a ello: entra en escena nuestra bioquímica y podríamos así amar nuestro trabajo, amar a alguien, amar a un grupo o amar a cualquier cosa… pero si en el mismo segundo esta persona, grupo o cosa desafía nuestros valores y percibimos más negatividad que positividad, más rechazo que refuerzo…, entonces la química cambia: se reducen la dopamina y la oxitocina, se incrementan otras hormonas y nos cerramos: sentimos repulsa, nos retiramos, evitamos a esas personas, o incluso las abandonamos.
Son mecanismos psíquicos de búsqueda y rechazo. Los Griegos lo llamaron “philia” y “phobia”: atracción- repulsa, beneficio-pérdida. Y yo defino el amor como un equilibrio entre ambos. Soy consciente de que esta definición de amor es muy diferente a la de la mayoría de la gente, que cree que sentir amor es sentir atracción, y sentir repulsa es odio, pero personalmente quiero pensar que el amor es una combinación de ambas cosas, ya que cuando estamos realmente enamorados, hay momentos de atracción y momentos de rechazo, pero aún así seguimos amando a esa persona. Tenemos una tendencia natural a relacionarnos con gente que nos refuerce nuestros valores, no obstante estamos limitando nuestro crecimiento personal si tan sólo recibimos refuerzos, puesto que para crecer necesitamos desafíos, necesitamos discusiones… el amor verdadero es el equilibrio entre el refuerzo y los desafíos a nuestros valores. El amor verdadero es el que nos hace crecer.
Bea: ¿Entonces nos enamoramos sencillamente cuando encontramos alguien que refuerce nuestros valores?
Dr. Demartini: La mayoría de la gente tiene un concepto algo infantil de lo que es “enamorarse”, lo imagina como una fantasía romántica como las imágenes idílicas de los enamorados en San Valentín. Mucha gente se queda atrapada en esta fantasía y puede que busque a otra persona si percibe desafíos en su pareja, pero en mi opinión seguirá atrayendo a personas que les desafían porque el crecimiento a través de los desafíos es un crecimiento real y necesario. Si todo el mundo nos reforzara no creceríamos, pensaríamos que somos perfectos como somos, no intentaríamos adaptarnos, no mejoraríamos, no creceríamos. El amor verdadero abraza el refuerzo y el desafío en un proceso de crecimiento. El amor verdadero es un proceso de crecimiento.
Bea: ¿Y qué es lo que piensas que marca el comienzo de una relación de pareja, que se hayan enamorado?, la búsqueda de esa supuesta media naranja, el alma gemela, la búsqueda de compañía…
Dr. Demartini: Bueno, cada decisión que tomamos en la vida se basa en nuestra percepción de ventajas y desventajas, aspectos positivos y negativos, luego comenzamos una relación cuando percibimos que todo será positivo, pero esto es completamente falso, ya que es una percepción de nuestra fantasía, no de nuestra sabiduría. Este error hace que, cuando descubrimos que esa persona también nos va a ofrecer algo negativo (desafíos, discusiones, etc.) pensamos que la relación no está funcionando.
Cuando ves a alguien por primera vez y piensas ¡esta persona me gusta, me atrae!, inmediatamente imaginas todo lo bueno que te aportaría estar con ella. Después, inicias una conversación con ella, comienza la “fase oral”, la expresión de valores. Luego viene la “fase física”: besos, abrazos, y lo que ambos hagáis a solas… la evalúas estéticamente, la hueles, para ver si te gusta su olor, incluso –si se me permite la expresión, la chupas, pruebas como sabe. Si al evaluar todo esto crees que hay más puntos negativos que positivos… te alejas, pero si piensas lo contrario te abres hacia esa persona con gran ilusión… desde la fantasía...
En mi consulta he tratado a mucha gente en que desde esta ilusión han sacrificado su vida por estar al lado de alguien, gente que sentía que no podría vivir sin su pareja, que caería en una gran depresión si esa persona les abandonara, incluso serían capaz de suicidarse por tal abandono. Para poderlos liberar de esta adicción le enumero todas las desventajas que obtienen con dicha relación, y si puedo sacar un montón de ellas en una hora realmente les libero de dicha adicción, y así cuando rompen con esa persona no les duele sino que se sienten aliviados.
Bea: Y eso de enamorarse… ¿se podría describir de modo concreto? , no sé… atracción energética, de almas, atracción meramente sexual... etc. ¿cómo definirías porque nos enamoramos?
Dr. Demartini: Lo que llamamos enamorarnos es simplemente una asociación de nuestras percepciones y pensamientos. En una ocasión conocí a un hombre que me dijo: “¡Jamás tendría una relación con esa mujer, no me atrae nada, no tenemos nada en común! Así que estuve sentado con él durante poco más de una hora, enumerando las ventajas y beneficios de estar con ella… y fue divertido porque tres días más tarde tuvieron su primera cita. Podemos, literalmente, transformar las pesadillas de las personas simplemente haciendo las preguntas pertinentes; ofreciéndoles una nueva perspectiva. De este modo podemos cambiar la química, el sentimiento… es puramente un juego de química y percepción. Beatrice, si vivieras en una isla desierta en la que no tuvieras más compañía que la de un hombre, un hombre con el cual –el primer día- no te apeteciera que te vieran. Te puedo asegurar que después de un par de semanas lo encontrarías atractivo, y en unos días incluso harías el amor con él. Posiblemente en unos años tendriaís niños… Siempre nos guiamos por nuestras percepciones, y a medida que estas cambian también cambia la química.
Bea: … ¿Y en qué medida crees que, ya que no vivimos en una isla desierta, la concepción del amor que nos han metido nuestros padres, que nos inculcan por la tele, que nos cantan en la radio, puede influenciar nuestro compromiso diario en nuestras relaciones de pareja?
Dr. Demartini: Bueno, si nosotros nos sentimos subordinados a las personas que nos educan y a la sociedad que nos rodea, sí tiene una importante influencia, pero si no es así, lógicamente, no tiene la más mínima importancia. Si uno cree que el resto de la sociedad es mejor que él mismo, será bastante influenciable por ella, no obstante, si considera que él mismo es más valioso, más importante, más inteligente y -ya puestos-, más guapo que el resto, serán las personas con las que se relacione las que reciban su influencia. Siempre los más fuertes y seguros serán los que tengan influencia sobre los otros, así es la naturaleza de las sociedades.
Cada individuo debe ser evaluado independientemente para saber realmente en qué medida está influido por la sociedad en la que vive. Seguro que tú no has hecho en tu vida todo lo que te dijo tu madre, tan sólo lo hiciste si encajaba con tus principios, pero seguro que te habrás topado con personas de las cuales has hecho tuyos pensamientos e ideas… y eso lo has hecho porque has pensado que reforzarían tus propios principios, luego en el fondo tú ya tenías esos pensamientos. El Método Demartini es lo que enseña, que nadie tiene nada que tú no tengas ya, simplemente tú lo tienes de distinta manera, pero en el mismo grado y de forma única.
Bea: ¿Y las religiones?
Dr. Demartini: Tan sólo los débiles se subordinan completamente a un credo religioso determinado, y, efectivamente los valores de dicho credo influyen muy notablemente en sus valores y decisiones, pero hay muchas personas, menos débiles y más seguras de sí mismas, que no tienen ninguna afiliación religiosa concreta y no reciben estas influencias. Las personas religiosas pueden llegar a sentirse culpables y avergonzadas, e incluso tener graves problemas emocionales, si se relacionan con alguien de otra creencia, o si viven alguna relación que no encaje con los valores de la religión que practican. Para no tener este tipo de problemas emocionales lo más inteligente es seguir tus propios valores, y no los de ningún credo. No se puede encontrar satisfacción verdadera en una subordinación.
Bea: No tengo muy claro si la naturaleza del ser humano es o no monógama ¿crees que existe la pareja de toda la vida?, ¿o es más sano tener varias parejas a lo largo de una vida?
Dr. Demartini: Yo no creo que estar casado de por vida sea necesariamente bueno, ni que tener muchas relaciones sea malo. Creo que debemos analizar si con nuestra relación estamos aprendiendo algo, estamos creciendo como persona. Da lo mismo que dure un día, una semana, un mes, un año, décadas o toda una vida… ¿estás agradecido? ¿estás aprendiendo? Esta misma noche voy a ir visitar a un hombre de 90 años que lleva casado 70 y sin embargo una vez conocí a una mujer que tenía 94 años y había estado casada 5 veces… ambas personas me parecen igualmente agradables. ¿Qué es mejor?, ¿qué es peor?... no tengo ninguna razón para juzgar… ¿estás amando, estás aprendiendo, estás creciendo, estás compartiendo, estás contribuyendo a mejorar algo…? Esto es lo realmente importante.
Bea: John, a lo largo de tu trayectoria profesional has tratado a muchísimas personas ¿a qué conclusión has llegado respecto a lo que crees que buscamos en una relación?
Dr. Demartini: Bueno, cada persona busca algo distinto porque cada persona busca aquello que refuerza sus propios valores individuales. Algunos dicen que buscan sexo pero no es así. Estoy seguro que todos hemos pasado por algún momento en el cual alguien que nos atraía sexualmente ha hecho algún comentario o ha tenido algún comportamiento contrario a nuestros valores y eso nos ha hecho dejar de interesarnos en dicha persona. El sexo no es nada más que el efecto de las hormonas sobre los genitales. Nos confunde porque entra en juego nuestra fantasía. Nuestra imaginación puede alterar completamente nuestra percepción sobre una persona, como en el ejemplo que antes te he puesto, se puede cambiar las percepciones de dos personas que no se aguanten con las preguntas adecuadas.
Bea: ¿Y puede ser que la gente busque pareja debido a una percepción de inseguridad si no la tienen?
Dr. Demartini: Si sentimos que somos capaces de alcanzar nuestros objetivos por nosotros mismos aumenta nuestra seguridad, del mismo modo que nos sentimos inseguros cuando pensamos que por nosotros mismos no somos capaces, sin embargo cualquier cosa que nos ofrezca otro ya lo tenemos en nosotros mismos, pero no nos lo creemos, y mientras no nos lo creamos seguiremos buscando alguien que nos “complete”.
Pero no nos falta nada, ni nadie nos puede “completar”, y en cuanto nos damos cuenta de esto dejamos de depender de alguien para compartir con ese alguien. Reconocemos en nosotros mismos el poder, y podemos así apreciarlos y valorarlos e el otro.
Bea: Has dado conferencias en númerosos países ¿has encontrado algún punto en común en las relaciones de pareja de todas las culturas?
Dr. Demartini: Volvemos a los valores colectivos y al grado de subordinación a ellos. Siempre las personas débiles se subordinan. Las culturas imponen un “valor colectivo ideal” sobre cómo debería ser una relación, y mucha gente se subordina a él, pero siempre existen personas que no siguen el patrón y toman su propio camino.
Bien es cierto que, según el país o la cultura estos “valores colectivos” son distintos… por ejemplo en España valoráis sobremanera eso de cenar en familia, aunque sea muy tarde, mientras que en Estados Unidos pensamos… ¿para qué cenar en familia y tan tarde?... ponemos más énfasis en nuestra vida social y, sobre todo, nuestros negocios ¿no creeís?, ja, ja, ja…
Efectivamente cada país tiene su propia cultura, pero todas las personas de todos los países quieren lograr sus valores, y todos se ven influenciados por los valores de la sociedad en la que viven, el grado de dicha influencia y subordinación depende de la fortaleza individual de cada cual.
Bea: Cuando una pareja está en crisis ¿qué es lo primero que les recomendarías que hicieran?
Dr. Demartini: Sin duda lo primero que cada uno debe hacer es definir muy claro qué es aquello que no le gusta de su pareja, y seguir el Método Demartini ¿por qué no? consiste en obserbarnos, en analizarnos para preguntarnos qué cosas positivas nos ofrece eso que tanto nos disgusta, qué perderíamos sí nuestra pareja dejara de hacerlo.
Bea: Nos podrías ampliar esa descripción del “Método Demartini”?
Dr. Demartini: Por supuesto. Es el método que he desarrollado durante los últimos 35 años. Lo he desarrollado partiendo de una serie de preguntas que permiten llevar equilibrio a la mente y gratitud y amor al corazón. De este modo se resuelven los conflictos, porque el paciente consigue apreciarse a sí mismo y a los otros, resolver miedos, culpabilidades, obstáculos y limitaciones que les bloquean y les hacen no disfrutar de la vida.
Con esta metodología se pueden cambiar las percepciones de las personas respecto a su propia realidad, para que puedan apreciar la enorme grandeza de ellos mismos y de los otros. Es una herramienta realmente poderosa para mejorar nuestra vida..
Bea: Según datos estadísticos, en España hay un divorcio o separación cada 3,7 minutos, en el 2006 en Austria se han divorciado un 50% de los casados y concretamente en Viena ha sido un 65% los que se han divorciado o separado, y en Estados Unidos en los últimos 25 años ha aumentado más de un 30% estás separaciones o divorcios... ¿qué crees qué está sucediendo?
Dr. Demartini: Ha sido así durante toda la historia de la Humanidad, porque para que una cultura aparezca, otra tiene que desaparecer, para que algo nazca algo tiene que morir. Existe una ley en el universo llamada “ley de la unidad y lucha de contrarios”, también conocida como ley de efecto inverso, o, como decían los griegos, ley de contrarios y similares- que afirma que la existencia de uno presupone la existencia del otro y en eso radica su unidad. Bien, la carga positiva presupone la negativa, el electrón al positrón, la materia a la antimateria.
Según esta ley cuando dos personas se juntan, otras dos se separan; cuando dos personas están de acuerdo, otras dos están en desacuerdo, cuando dos se casan, otros dos se divorcian… esa es la razón por la que tenemos un ratio de matrimonios y divorcios de 50-50. En otras épocas en las que no existía el divorcio como tal, muchos matrimonios convivían como pareja legal pero realmente no eran pareja… había amantes… existía la misma ley de la naturaleza. En España puede que el índice de divorcios suba pero las rupturas son las mismas. Antes los matrimonios que se rompían dormían en camas separadas y ahora se divorcian, eso es todo.
Bea: ¿Cómo definirías una relación de pareja sana?
Dr. Demartini: Lo primero es que las dos personas deben de ser los suficientemente sinceras y conscientes de su pareja desafiará en algún momento su sistema de valores. Esto es el amor: cuando tú te enalteces tu pareja te menosprecia, cuando estás fatal tu pareja te sube el ánimo… su misión es ser dolor y ser placer, apoyo y desafío.
Educando a las personas para que sepan lo que es realmente una relación se les da una oportunidad de vivir una relación estable, si así lo desean. La educación sobre este tema deja mucho que desear, justo ayer tuve una debate sobre este tema, y muchas personas suponían que siempre tendrían que estar de acuerdo con su pareja… viven en una completa ilusión. De hecho si una persona siempre estuviese de acuerdo con nosotros no lo respetaríamos, lo abandonaríamos.
Nos gusta que nuestra pareja defienda sus propios pensamientos ante nosotros, que piense diferente, tenga sus propios sueños, no viva bajo nuestra sombra. Insisto: una relación de pareja sana debe tener ambas cosas, acuerdo y desacuerdo, apoyo y desafío. Es hora de despertar a la gente para que sea lo suficientemente madura en vez de tener falsas expectativas cuando entabla una relación. Todo el mundo quiere crecer como persona, tu pareja también… y sólo tuya es la responsabilidad de defender tus valores frente a tu pareja.
Bea: Antes los valores femeninos se asociaban a la belleza y la familia .. pero los conceptos de “masculinidad” y “feminidad” están cambiando constantemente ¿cómo nos influyen?.
Dr. Demartini: Si te inyectas estrógenos en el cuerpo tenderás a ser conciliador, a buscar puntos en común, pero si te inyectas testosterona tenderás a ser más agresivo y dominante, a centrarte en buscar las diferencias.
La hormona femenina tiende a unir, a formar una familia, mientras que la hormona masculina tiende a conquistar, a poseer. Nuestro código genético consta de mitad de genes masculinos y mitad femeninos, los de la madre y los del padre. En función de la existencia de más hormonas femeninas que masculinas tenderemos a atraer personas opuestas. Pero si en algún momento lo masculino dominara lo femenino, o viceversa, dejaríamos de existir, nos extinguiríamos. Necesitamos energías masculinas y femeninas.
Bea: ¿Y es natural que las funciones tradicionalmente femeninas o masculinas cambien en el grado que lo están haciendo actualmente?
Dr. Demartini:Bueno, hemos pasado por un periodo donde el papel de las mujeres era el de cuidar a la familia, y el de los hombres el de trabajar. Siendo así un sistema dominado más bien por los hombres, ganando y manejando ellos el dinero, obteniendo así el dominio y el poder social.
Ahora que las mujeres se han dado cuenta de que ellas no están menos capacitadas que los hombres… ¡ese periodo se lo llevo el viento! Ahora las mujeres pueden competir en el mundo de los negocios, en el de las finanzas, en el mundo social en general, en cualquier área…así que el mito se rompió.
Cada rol tiene sus ventajas, pero no tenemos claro que rol elegir. Hay valores en las cosas que hacen las mujeres y en las que hacen los hombres, no debería de haber problemas si están de acuerdo con el papel que juega cada uno. Pero hoy en día la mujer tiene sus valores en su autonomía, su fuerza, su independencia…
Existen siete áreas fundamentales en la vida: espiritual, mental, laboral, económico, familiar, social y físico. Si no tomas tu poder en alguna de estas siete áreas, cualquier otra persona te ganará. Ahora mismo nos merecemos tener poder en todas, no existe razón alguna por la que un individuo, sea mujer u hombre, no tenga poder en todas sus áreas. En estos últimos 20 o 30 años los hombres y mujeres tienen como objetivo recuperar el poder en todas las áreas de su vida, por eso los hombres han empezado a adoptar papeles que antes tenían las mujeres y las mujeres papeles que antes tenían los hombres: ¡es fantástico!
Definitivamente existe un incremento en el número de mujeres con poder en todas sus áreas, lo que me parece un gran hecho y siento que es una gran contribución. Y ahora, en lugar de que los hombres dominen a las mujeres económicamente, y las mujeres dominen en las familias, ambos participan en ambas áreas, funcionando estupendamente.
Bea: ¿Y crees que existe una dinámica especial en las relaciones homosexuales?
Dr. Demartini: En las relaciones homosexuales, al igual que en las heterosexuales, uno de los individuos está haciendo el papel familiar y el otro de los negocios. Según he observado en éste tipo de parejas, cada individuo hace el papel de uno de los géneros, aunque sea parcialmente.
Conozco muchos hombres que son muy femeninos y muchas mujeres bastante masculinizadas, lo que me conduce a pensar que no es el fenotipo físico lo que importa, sino que es el genotipo emocional el que realmente marca. Considero que no existe razón alguna por la que tan sólo tengan que “emparejarse” hombres con mujeres, el universo también funciona con dos mujeres o dos hombres, y por supuesto se puede aportar algo positivo al mundo tanto desde la homosexualidad como desde la heterosexualidad..
Bea: Las teorías tántricas afirman que el hombre abre su corazón a través del sexto, mientras que las mujeres se abren a la sexualidad desde el chacra del corazón, ¿tú qué opinas?
Dr. Demartini: Yo no llegaría tan lejos como para decir que el hombre o la mujer actúa así, más bien diría que es la energía femenina o la masculina la que actúa de esa manera. Sé que hay mujeres que quieren acostarse con un hombre tanto como un hombre con una mujer. Y seguro que hay hombres que no piensan exclusivamente en el sexo y que no sienten deseo por otra persona si no lo sienten primero desde su corazón. Yo, desde luego, no tengo interés por hacer el amor con alguien si en mi corazón no siento algo especial. Y tampoco creo que mi corazón se abra a alguien sólo por tener relaciones sexuales. Me gusta sentir con el corazón antes de acóstame con alguien, por ello no diría que es un dinámica de los hombres o de las mujeres, aunque puede que sea algo más masculino que femenino.
Creo que no se puede generalizar, ni todos los hombres llegan al corazón a través del sexo, ni todas las mujeres necesitan sentir algo en el corazón para abrirse al sexo.
Bea: John, ha sido una entrevista preciosa, para poner el broche final te pediría que nos dieras un mensaje personal, un consejo que nos ayude a lograr vivir en pareja de manera sana.
Dr. Demartini:Tan sólo diría que tengan en cuenta que todos queremos ser amados por lo que somos, por nuestros valores y principios. Si una persona es importante para nosotros, debemos pararnos a buscar en ella esos principios , y demostrar que nos gustan, y del mismo modo cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de mostrar nuestros valores, lo que somos realmente.
Si nos quedaran sólo 24 horas de vida nos dedicaríamos a expresar nuestro amor y gratitud por la gente que queremos, así que para mí aprender el arte de la gratitud y la expresión del amor es una de las cosas más grandes que podemos hacer. Esa es la razón por la que trato de enseñar el “Método Demartini”.
Nos merecemos ser amados por lo que somos, sin necesidad de tener que sacrificarnos por nadie. Los sacrificios tan sólo conducen a la acumulación de resentimientos. Es mucho mejor apreciar al otro que sacrificarse por él.
Asegúrate de que en tu relación aceptas y abrazas tanto los apoyos como los desafíos, porque únicamente así seguirás creciendo como persona para encontrar tu objetivo en la vida. Ama la parte buena y la mala, deja de combatir contra lo que no te gusta de las personas y ámalos por lo que son: todo el mundo se merece ser amado, independientemente de lo que haya hecho en su vida.
Bea: Muchas gracias por tu tiempo John, sabemos que no paras y queremos que sepas que apreciamos mucho el que nos hayas hecho un hueco entre avión y avión.
Dr. Demartini:Espero haber sido de ayuda para aquellos que lean la entrevista. Muchas gracias por darme la oportunidad de dirigirme a la gente de España, donde espero poder volver en breve.
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